Comer en Bilbao en los mejores Restaurantes

Hace poco tuve la oportunidad de conocer uno de los últimos restaurantes de moda en Bilbao. Se trata De Santa Rosalía, un restaurante especializado en la carne de buey de Wagyu, también conocido como buey de Köbe.

Este tipo de bueyes son muy apreciados por su carne, suave, jugosa y muy sabrosa. Luego, entorno a ellos circulan diversas leyendas urbanas como que se les alimenta con crianza y que se les pone música clásica para que estén relajados (unos bueyes bien pijos, sí señor). De esa forma no habrá ni gota de estrés pululando por su cuerpo que pueda dejar un milímetro de solomillo tieso.

Por su puesto, sólo comerían forraje de la mejor calidad cien por cien natural, y además, recibirían masajes. En fin, yo no he comprobado que esto sea así, pero está bien contarlo a modo de chascarrillo.

Es curioso el fenómeno del restaurantes de moda que está surgiendo el Bilbao. En los últimos años, franquicias y restaurantes ‘modernosos’ han aterrizado en una villa en la que siempre había gustado comer la comida de siempre en la casa de siempre. Sin embargo, a la sombra de otras grandes urbes como Barcelona y Madrid, nuestra ciudad está experimentando por primera vez los dictados de la moda en el terreno gastronómico. Distintos locales emergen como setas y durante sus meses de apogeo todo el mundo habla de ellos, todo el mundo ha comido allí o quiere hacerlo. Pero sólo hasta que un nuevo local llega a la ciudad. Precisamente recapacité sobre este fenómeno mientras cenaba con mi amigo Julio en De Santa Rosalía. Pocos días después, el periodista de El Correo Luis Gómez publicaba un reportaje sobre el tema. No enlazo el texto porque no lo encuentro por ningún sitio. Pero vamos a hablar de comida que para eso estamos aquí.

La carta del De Santa Rosalía, justo al lado de la Diputación de Bizkaia en Bilbao, se compone en su totalidad por platos elaborados con el buey de Wagyu que ellos mismos crían y perdices rojas silvestres. Además, ofrecen unos vinos ecológicos de su bodega, Garmendia. Vamos, que tienen un buen negocio montado.

A pesar de las restricciones obvias que impone esta escueta selección de materia prima, la carta del restaurante no está nada mal. Además del famoso solomillo de Wagyu, sin duda su plato estrella, tienen otras propuestas como hamburguesas, perritos calientes y croquetas. De Wagyu o de perdiz, claro.

El local es muy acogedor y su decoración cuidada, pero si tenéis oportunidad y el tiempo lo permite, mejor que comáis en la terraza, que en los días de verano se está la mar de a gusto en la calle.

Para beber, pedimos su vino Garmendia Selección de 2004, envejecido durante 24 meses en barrica. Nos gustó mucho a los dos y costó 12 euros.

Para abrir boca, nos sirvieron un paté de perdiz que no estaba mal, pero que tampoco era para tirar cohetes.

Como entrante, pedimos para compatir una ensalada de perdiz escabechada que nos pareció bien a los dos, no tenemos queja. Y la verdad es que, viendo la foto, tiene muy buena pinta ¿verdad?

Aunque ya he dicho que el plato estrella del sitio es el solomillo de buey Wagyu (35 euros), yo me pedí el ‘Hot ox de Wagyu‘ con salsa de mostaza para probarlo. Muy rico, la verdad.

Sin embargo, nunca más lo pediré. Está claro que De Santa Rosalía es lugar para amantes de la carne y eso es precisamente lo que hay que comer allí. Carne. Aquí os dejo la foto del solomillo. No decepciona, tal y como prometen, la carne es tierna (pura mantequilla), y muy sabrosa. Pena que la acompañen con esas patatas fritas congeladas que dan ganas de tirar por la ventana.

Me hizo mucha gracia los servicios, que están en la planta baja, donde los baños de señoras y caballeros están marcados con una vaca y un toro, respectivamente.

Ninguno de los dos pedimos postre, pero sí tomamos café y una manzanilla. Os dejo el detalle de la cuenta.

No es un lugar especialmente barato, pero sí que es asequible si te apetece comer un perrito o una hamburguesa. Por otro lado, no tiene ningún sentido ir a De Santa Rosalía y no pedirse un solomillo o un chuletón, lo que te sube la factura. Le voy a dar cuatro cocineros porque el local es agradable, está bien situado y se come genial. Así que ya sabéis, carnívoros empedernidos, si queréis un buen solomillo, De Santa Rosalía es vuestro lugar.